Ciudadanía en Acción: Oportunidades Políticas y Movimientos Sociales (Raymond A. Letcher, Ps.)

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Resumen

El 2011 fuimos testigos de movimientos sociales organizados a lo largo de todo el país que nos sacaron del letargo político en que nos encontrábamos como ciudadanía.

Estos movimientos, que se suman a miles que emergieron a nivel mundial, imponen un escenario muy distinto al de hace tan solo una década, lo que nos obliga a pensar su génesis, actuar, razones y repercusiones, la emergencia de lo instituyente frente a los instituido.

El ensayo trabajo busca lograr un acercamiento teórico que permita comprender en parte lo que posibilito el surgimiento de este movimiento.

Abstract

The 2011 witnessed social movements organized throughout the country that we removed the political lethargy that we found ourselves as citizens.

These movements, joining thousands who emerged around the world, impose a very different scenario to the just a decade ago, that forces us to think its genesis, Act, reasons and impact, the emergence of the instituent, against the established.

The essay work seeks to achieve a theoretical approach that allows in part to understand what made the emergence of this movement.

Palabras Clave: Movimiento Social; Estructura de Oportunidades Políticas (EOP); World Time; Crisis Mundial; Protestas

Situaciones coyunturales del movimiento en Chile el 2011: La importancia del Cuándo

Para comenzar a hablar del movimiento social en Chile del 2011 es necesario hacer una revisión (a trazos generales) de los acontecimientos políticos, comunicacionales, económicos y sociales a nivel mundial que fueron gestando la posibilidad de una acción colectiva como la que pudimos observar.

Tal como señala Tarrow (1999), el Cuándo explica en gran medida el Cómo y el Porqué. Es la coyuntura que facilita la aparición del movimiento (sin quitar importancia al hecho que el movimiento en sí puede ser el que facilite la aparición de la acción colectiva), los recursos externos que los autores definen como “Estructura de Oportunidades Políticas” (EOP).

La EOP puede ser generada por diferentes situaciones, que permiten o potencian su actuar. Dentro de las cuales están:

  1. La posibilidad de acceder a las elites gubernamentales. Al producirse fisuras en las elites gubernamentales, un sector de esta busca obtener una posición ventajosa con el apoyo de movimientos sociales
  2. La disponibilidad de aliados influyentes. Este fenómeno acontece cuando un movimiento social consigue partidarios dentro de las instituciones de poder (Judicial, Iglesia, Comunicacional, etc.)
  3. Conexión del Tiempo Mundial (World Time). Es decir la coincidencia del movimiento con la coyuntura internacional favorable, la que pueden llegar a promover situaciones de efecto dominó o movilizaciones en cadena a nivel mundial.

A partir de esta propuesta se puede entender el surgimiento de determinados movimientos sociales de sorprendente presión que finalmente se van diluyendo, como es el caso del Neues Forum en la RDA (1989-1990), que al desaparecer la Alemania Democrática, fue absorbida por los partidos tradicionales de la RFA y la dinámica política que emana de la Ley Fundamental de Boon

Utilizando como parte importante de este trabajo lo anteriormente señalado, distinguiremos dos escenarios que nos permitirán dar alguna idea general de la EOP donde se gesta el movimiento en Chile:

  1. Escenario Internacional

Entre los años 2009 al 2011 la actividad social a nivel mundial fue tomando gran importancia en los medios comunicacionales. La mayoría de estas fueron generadas por el quiebre económico mundial del 2008 que puso en jaque el sistema Capitalista.

Es de vital importancia señalar que tras los procesos del 2008, se viene arrastrando una crisis del capitalismo que arrancó en 1968-73, que se ha desplegado hasta nuestros días (Aguirre, 2011) y que nos tienen ante la crisis terminal del modelo.

Así, podemos identificar tres elementos centrales que vienen madurando antes de la crisis del 2008 que tienen su primera explosión a nivel mundial el 68 y que se han ido polarizando en forma extrema:

  • La separación entre trabajo y el disfrute de los frutos de ese trabajo, que se incrementa en el modelo capitalista y al que en la actualidad se han sumado la inestabilidad e incertidumbre del trabajo, junto con la baja remuneración que se recibe por él, aun cuando cada vez es de mayor complejidad.
  • La separación de las funciones políticas del mando y de la obediencia, donde los costosos y asfixiantes Estados modernos administran, gestionan y explotan los territorios, las poblaciones, los recursos, impuestos, leyes y normativas.
  • La estructuración jerárquica y desigual de la sociedad, que divide a las comunidades humanas en clases antagónicas asimétricas, generando minorías con privilegios y diversos status y por otro lado mayorías desposeídas y marginadas.

Estos elementos principales, al polarizarse, son la base de la gran parte de los movimientos sociales de las últimas 5 décadas (Ecologistas, Indígenas, Laborales, Educacionales, Etc.) que gracias a la inmediatez actual de la información ha permitido intercambios de ideas y fórmulas para confrontar a la autoridad de forma “novedosa”.

El 1 de enero de 1994 otro movimiento revolucionario alimentará los movimientos sociales y acontece en América Latina, la insurrección de los indígenas neozapatistas del Sureste Mexicano, el cual relanza la esperanza y el sentido de lucha por un nuevo y radicalmente distinto mundo.

Por una parte entonces tenemos el espíritu libertario, de autogestión, creativo y festivo del 68 y por otro lado los métodos de acción y formas de organización y lucha, además de las demandas, que son heredadas del Movimiento Zapatista del 94.

Todo los movimientos que se dieron posterior a la insurrección zapatista (la Guerra del Agua en 2000 y del Gas el 2003 en Bolivia; los Movimientos Indígenas de Ecuador el 2000 y 2005; la insurrección popular en Argentina del 2001 y 2002; los alzamientos de la Primavera Árabe) vienen a mantener el espíritu de mayo del 68 como puede apreciarse.

Podríamos señalar que el punto de ebullición final que ha promovido la emergencia de manifestaciones civiles fue la crisis económica mundial del 2008, crisis final del capitalismo como modelo y que se continúa extendiendo. Los movimientos y protestas sociales que esta crisis ha generado son innumerables y se siguen produciendo en la actualidad.

  1. Escenario Nacional

En nuestro país, la explosión de los movimientos sociales del 2011 son el culmine de distintas acciones ciudadanas que se fueron gestando desde el 2008 principalmente, con las primeras manifestaciones estudiantiles organizadas, donde se implementaron distintas tomas a lo largo del país y que finalizó con una mesa de diálogo que nunca dio frutos y que permitió una salida tranquila y un corte a este movimiento que aun contando con un 90% a apoyo, fue castigado comunicacionalmente por el Gobierno para generar un ambiente negativo a su favor.

Desde esa fecha a la actualidad son distintos los actores sociales que se han sumado a las protestas sociales y que finalmente convergen en lo vivido el 2011 en Chile.

Así, nos encontramos con las manifestaciones contra el mega proyecto Hidro Aysén, las protestas en Magallanes, las marchas por los derechos de las minorías sexuales, los paros comunales en Calama, la protesta de Arica, la huelga de los Trabajadores del Cobre, la persistente lucha de los Mapuches, la tomas y manifestaciones en Isla de Pascua, entre otras.

Dentro de todos ellos, el movimiento estudiantil se debe citar separadamente debido a su masividad que se ha vivido los últimos años, cuyos efectos sociales, políticos y culturales han re-politizado a la sociedad chilena mediante el cuestionamiento de las certezas, las normas, valores, instituciones y formas del hacer.

Este “cambio del hacer” es el cambio en el cómo de los movimientos sociales, los cuales han ejercido acciones que no se encontraban en la cultura pública de nuestra sociedad. Estos últimos años se ha modificado el repertorio de confrontación al incorporar nuevas acciones sociales, ligado íntimamente a la creciente difusión de la información que, sumado a las distintas convenciones que se han realizado, ha permitido aglutinar grupos grandes y dispares.

Nos encontramos por tanto ante una sociedad global dinámica donde la liquidez y fluidez ha promovido límites imprecisos, sin un punto claramente identificable de origen (Íñiguez, 2003) donde los movimientos sociales también adquieren este sentido rizomatoso, apareciendo, desapareciendo y reapareciendo como olas, con una composición que amalgama personas, grupos, tecnologías e información.

El Discurso y la Acción Colectiva

Los movimientos sociales extienden y producen discursos y significados, crean cosmovisiones que promueven un sentir compartido entre sus miembros. Estas cosmovisiones son marcos cognitivos, discursos culturales que describirán significados compartidos que impulsan la acción colectiva.

La injusticia por sí misma no es suficiente para iniciar una movilización social. Se debe tener conciencia de la situación y un discurso que sea capaz de relacionar esta injusticia con políticas ejercidas por el poder. El discurso por tanto va a la par de esto, justificando, dignificando y animando la acción colectiva.

El discurso del movimiento por tanto desafía al discurso social establecido y dominante, redefiniendo la realidad al exponer una alternativa.

Para lograr esto, el discurso social debe incidir sobre tres puntos que son esenciales para la acción colectiva:

  1. Definir ciertas condiciones sociales como injustas y problemáticas
  2. Construir una identidad, una pertenencia, un “nosotros” y un “ellos”
  3. Convencer a los miembros que las acciones que llevan a cabo son eficaces para conseguir los objetivos.

Gamson y Meyer (1994) señalan que este discurso por tanto no es espontáneo, sino que es altamente elaborado. Esta elaboración los autores la definen como “Retórica de Cambio” y mediante él los movimientos sociales dotarán a los individuos de las creencias necesarias para el cuestionamiento de diversas situaciones y por ende promoverán la acción.

El discurso de las movilizaciones del 2011 definió claramente una nueva realidad, dirigiéndose para esto ya no a los necesitados de antaño, sino a la clase media que ha quedado postergada durante muchos años y a la cual no están dirigidas las intervenciones y ayudas del Estado, lo cual sumo así un gran número de simpatizantes.

Al mismo tiempo el apoyo a las acciones creativas y no violentas fueron generando en la ciudadanía la movilidad, motivándolos y ganando adeptos donde la política pública los había perdido.

Impacto del Movimiento Social del 2011

Hablar sobre el impacto de los movimientos sociales es una tarea compleja, ya que es difícil demostrar la cantidad y calidad del cambio este produce o relacionarlos con las características del movimiento.

Lo que si podemos identificar posterior a los movimientos sociales acontecidos en Chile el 2011, es el impacto que estos tuvieron sobre 4 áreas de importancia:

  • El Simbólico: Esta movilización de los actores sociales ha modificado en cierta medida los valores, opiniones y conductas sociales. Hablar hoy en día de una educación de calidad y sin fines de lucro se instaló en el discurso público, generando un sin número de investigaciones a las Instituciones de Educación, lo que ha permitido a la ciudadanía tener un panorama más transparente que antes de este.

Además ha modificado la forma de cómo se manifiesta el movimiento, empleando un nuevo lenguaje y forma de acción colectiva que ha ganado un gran número de adeptos tanto a nivel nacional como internacional, cose de ver los distintos artículos y reportajes que se generaron en otros países sobre lo acontecido en nuestro país.

  • El Interactivo: Estamos ante la emergencia de nuevos actores sociales que vienen a rejuvenecer el ámbito político y que trascienden la ideología política que en primera instancia representaban. Esto tenderá a generar cambios en la estructura política representativa y en el sistema de en el mediano plazo
  • El Sustantivo. Esto puede ser observado en el empuje de ciertas políticas gubernamentales que habían estado congeladas y que han iniciado una marcha, lenta hasta el momento, pero que promueven los derechos individuales y sociales. En pocas palabras, estamos frente a nuevas oportunidades de movilización social, como ya fue observado por ejemplo con el caso Zamudio y la Ley de No Discriminación.

Posterior a las movilizaciones masivas del 2011 el impacto ha comenzado a influir en el ámbito social, quedando pendiente la creación de espacios y mecanismos estables de negociación, tarea que debería ser parte del discurso los próximos movimientos y acciones sociales que se presenten.

Referencias

ACEVES, Jorge, (1994) De nuevos actores y movimientos sociales, En Renglones núm. 28. abril-julio, ITESO. Año 10.

AGUIRRE R., Carlos Antonio (2011) Las Revueltas Populares del 2011 en Perspectiva Histórica. Extraído el 15 de junio del 2012 (www.rebelion.org)

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